lunes, 9 de julio de 2012
«Reduciremos las comisiones al comercio por cobrar con tarjeta»
El comercio minorista vive una transformación profunda que persigue adaptar el sector, muy golpeado por la crisis, a la nueva realidad social y tecnológica. Entre los cambios anunciados destacan la autolicencia exprés y la creación de zonas de gran afluencia turística con libertad total de aperturas en las grandes ciudades, también en días festivos. Jaime García-Legaz (Murcia, 1968), que pilota este proceso desde la secretaría de Estado de Comercio, avanza otro proyecto ambicioso que tiene sobre su mesa: reducir las comisiones que los dueños de las tiendas tienen que pagar a los bancos por los cobros con tarjeta de crédito.
PREGUNTA.- Los pequeños comerciantes se quejan de que la crisis les ha hundido. Además de medidas liberalizadoras, ¿tienen algún plan que pueda traducirse en mejoras del negocio?
RESPUESTA.- Sí. Hemos hecho un análisis de las comisiones que se cobran en España por el pago por tarjeta de crédito y débito y hemos observado que son mucho más altas que en el resto de Europa. Actuaremos desde el Gobierno para reducir las comisiones que se están cobrando a los comerciantes por los pagos con tarjeta. Queremos reducirlas sustancialente.
P.- ¿Y cómo espera lograrlo?
R.- Queremos que sea rápido y estamos valorando distintas opciones. Hay una comisión de trabajo en la que están reunidas las compañías que gestionan los pagos con tarjeta y los distribuidores. Hemos hablado ya de llegar a un acuerdo de autorregulación, para que los propios emisores de tarjetas de crédito reduzcan voluntariamente esas comisiones. Si no es así, estamos analizando la posibilidad de actuar normativamente.
P.- ¿A qué obedece esa prisa?
R.- Es caro y por eso los comerciantes no incentivan el pago con tarjeta. Es lógico, si yo tengo una tienda y me cobran, prefiero que me paguen en efectivo. Por eso en España las tarjetas casi no se usan para pequeños pagos. En muchos sitios de Europa la gente compra periódicos con tarjeta porque el coste es muy pequeño, pero en España te cobran 25 céntimos, y eso sobre un pago tan pequeño es muchísimo para el vendedor. Vamos a actuar y a conseguir que se establezcan comisiones muy pequeñas. Le doy datos para que compare: En España sólo se pagan con tarjeta el 16% de las compras. En Reino Unido, Portugal y Suecia es el 47%, en Francia el 32%, en Noruega el 50%, en Dinamarca el 44% y en Holanda el 35%.
P.- ¿Qué reacción esperan de las entidades?
R.- Hasta ahora quizá no han sido conscientes de la pérdida de oportunidades que representa bajar sustancialmente el coste del uso de las tarjetas para pequeños pagos. Una gran comisión sobre un volumen pequeño de transacciones son pocos ingresos. Pero una pequeña comisión sobre muchas más operaciones se traducirá en mayores ingresos.
P.- ¿Qué impacto tendrá sobre la economía nacional la liberalización de aperturas y la fijación de zonas de gran afluencia turística?
R.- Tendrá un impacto positivo sobre las ventas y el PIB. El objetivo es que España, que es una enorme potencia turística, complete su atractivo con la oferta comercial. Cada vez vienen más turistas y de mayor poder adquisitivo, y al llegar a muchas ciudades se encuentran con que los días festivos está todo cerrado y no pueden hacer compras. Es algo que es difícil de entender porque en cualquier ciudad turística del mundo desarrollado las tiendas están abiertas en las zonas turísticas todo el año. Hemos puesto el foco en las ciudades más visitadas: las que registran un millón de pernoctaciones o reciben más de 400.000 cruceristas al año.
P.- Y al consumidor español, ¿le beneficia en algo?
R.- Tendrá la libertad de elegir cuándo y dónde compra. Ahora si quiere comprar un domingo no puede porque se encuentra los comercios cerrados, pero cuando se delimiten las zonas de gran afluencia turística podrá hacerlo. Además, las pautas de consumo están cambiando. Cada vez hay más familias en las que trabaja el hombre y la mujer y necesitan más flexibilidad para ir a comprar. Y el comercio tradicional debe pensar que también compite con el comercio electrónico, que está abierto las 24 horas al día los 365 días al año y cuyas ventas crecen un 25% anual.
P.- Hay asociaciones de pequeño comercio que rechazan la iniciativa y dicen que abrir más horas no aumenta el consumo.
R.- Los datos evidencian lo contrario. La comunidad de Madrid, que lleva años practicando políticas más flexibles en materia de horarios comerciales ha registrado unos resultados en términos de número de locales comerciales y en ventas y en empleados mejores que otras comunidades de renta elevada con políticas más restrictivas. Por ejemplo, los datos del comercio en Cataluña son notablemente peores.
P.- ¿Qué pasará si alguna ciudad rechaza delimitar esas zonas de libre afluencia turística? ¿Habrá sanciones?
R.- Estará incumpliendo una normativa. Evidentemente las leyes están para cumplirse.
P.- ¿Y qué tipo de penalizaciones pueden recibir?
R.- Estoy convencido, por las conversaciones que hemos tenido con los representantes de los municipios, de que se va a cumplir la ley, de que se van a delimitar esas zonas de especial afluencia turística. Hemos celebrado ya una reunión con representantes de una gran mayoría de los municipios que están en esa lista y todos nos han trasladado su voluntad de trabajar para delimitar esas zonas.
Los recursos de Cataluña y Andalucía
P.- Cataluña y Andalucía han anunciado que recurrirán el decreto al TC por entender que invade sus competencias. Y el Gobierno Vasco critica las formas. ¿A qué atribuye el enfado de estas comunidades?
R.- El objetivo del Gobierno de España es poner en marcha reformas desde el punto de vista del interés general de la economía y sin buscar el rédito electoral. Nosotros no estamos con la calculadora de los votos. Hay quien piensa que pueden hacer guiños a ciertos colectivos para luego pasarles el cepillo electoral. Nosotros no compartimos esos enfoques de tan corto vuelo. Y desde el punto de vista de las competencias, hay sentencias y jurisprudencia que no dejan ninguna duda de que el Estado tiene capacidad para legislar en esta materia, así que no nos plantea ningún problema.
P.- Pero, era necesario imponer a las ciudades la fijación de esas zonas, en vez de consensuarlo?
R.- La ley, aunque obligue a determinar zonas de gran afluencia turística, encarga fijaras a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas refrendarlas. En ellas no se va a obligar a ningún empresario a abrir. Se respeta la libertad de todo el mundo. Lo que no es razonable es decir: yo no quiero abrir pero tampoco quiero que otro abra.
Fuente: http://www.abc.es