viernes, 17 de febrero de 2012

Aumentar la competitividad en la pyme, es fácil



En numerosas ocasiones he visto como el ámbito de una empresa es tan cerrado como espero, quiero decir: personas que llevan lustros trabajando codo con codo y no ven más que lo que los demás le quieren mostrar. En estos casos se debe aumentar la competitividad en la pyme, es fácil y abre puertas que facilitan la absorción de nuevas soluciones.

En estos casos, una de las peores experiencias vienen por la falta de adaptación a nuevos compañeros, por la insuficiencia de información del “exterior” del clan y por la poca motivación por mejorar en el trabajo. Para mi, es de las peores situaciones que se pueden vivir ya que puedes intentar mejorar algo y recibir críticas o desajustes entre los compañeros.


El hecho de romper esta tribu es algo digno de admiración pero, a veces, no es inteligente ya que podemos perder más que ganar. Para evitar estas situaciones, un tanto estúpidas, podemos respetar unos pilares que nos ayudaran a mantener la ilusión por nuevas técnicas, tecnología y compañeros. ¿Las vemos?

La competitividad en la empresa

Tener un espíritu innovador. No digo que seamos los más leídos en nuestro nicho de trabajo, pero no debemos perder ese hambre por saber qué hay fuera. Los datos lo avalan, las empresas que innovan crecen un 20%. Se trata de una de las asignaturas pendientes de muchas PYMES. Saber adaptarse a los cambios del mercado de una manera rápida y eficiente es donde reside parte del éxito.

Estar en la era digital. Ya en los 80 la gente abandonó el papel para empezar a ver pecés, ahora es muy sencillo continuar esta estela. Nuestra reputación online se ha convertido en una prioridad. Por eso las PYMES deben entrar en el mundo digital para poder interactuar con sus clientes potenciales. Y es aquí donde el e-commerce se presenta como un importante nicho de mercado.

Tener como objetivo la internacionalización y la extarnalización cuando sea necesaria. No es malo dejar que otros hagan un trabajo que a nosotros nos roba demasiado tiempo. La salida al mercado exterior es un recurso que deberían aprovechar más las PYMES españolas, ya que les asegura un crecimiento futuro ante las escasas expectativas locales. Asistir a ferias internacionales del sector es una buena ocasión para vender y comparar de forma más inteligente.

Beneficiarse del networking y prestar nuestras ideas para oír mejoras; quedarnos con una idea y no hacer nada más, no nos sirve de mucho. Las PYMES no están acostumbradas a aliarse con otras empresas para crear en común nuevas fortalezas que les otorguen ventajas competitivas. Sin embargo, es uno de los principales factores que hacen que una empresa pueda competir con éxito en el mercado exterior o frente a las multinacionales. No olvidemos que “la unión hace la fuerza”.

No pensemos que siempre se venderá todo por arte de magia. Es importante que las PYMES sepan identificar en su porfolio de productos aquellos que le hagan ser más competitivo. Aquí existen dos variables estratégicas que deben saber utilizarse en su beneficio: priorizar la marca o el precio.

Más dedicatoria al cliente; no sólo por ganar sino por comprender lo que necesitan. El cliente se ha convertido en el eje (y recurso más preciado) fundamental de las empresas, por ello su fidelización es uno de los principales retos del siglo XXI. Las empresas deben orientarse al mercado actual, es decir, tener un conocimiento profundo tanto de sus clientes como de la competencia. Hoy en día el consumidor es más proactivo y participa en todo el proceso de Marketing.

Conclusión

Son pequeños ejemplos, que igual alguien sin ganas de ver lo que pasa cerca de el no los sigue, pero si tenemos lo más mínimo de esperanza por ver lo hasta donde podemos alcanzar, no nos será complicado ir a trabajar con una sonrisa pensando: “hoy voy a aprender algo nuevo, y sino, mejoraré en algo que ya me gusta”.
Fuente: http://blog.sage.es